Muchas de las técnicas de iluminación avanzadas, utilizadas por los profesionales de iluminación, implican pequeños cambios que arrojan efectos significativos. Echemos un vistazo a la utilización de colores para realzar los diseños. Los cambios de color tenues con frecuencia son ignorados por los diseñadores de iluminación actuales, pero su impacto puede sentirse inmediatamente. Al usar filtros de color inteligentemente, es posible resaltar ciertos elementos para crear una separación, profundidad e interés.
Los dos colores que se usan con más frecuencia en los diseños de iluminación son ámbar y azul. En la mayoría de las aplicaciones de iluminación residenciales existe una combinación de elementos paisajísticos y arquitectónicos. Como regla general, el filtro ámbar se puede aprovechar de mejor manera cuando ilumina elementos arquitectónicos, y el filtro azul se aprovecha mejor cuando ilumina elementos paisajísticos.
Los elementos arquitectónicos con frecuencia constan de materiales naturales, como madera, ladrillo y piedra. Generalmente, estos materiales tienen tonos terrosos, como amarillos y marrones. Por lo tanto, incorporar un filtro ámbar a las luminarias para iluminar estos elementos, ayudara a destacar la calidez de los tonos, mucho más que con el blanco de las lámparas de halógeno y que con las luces LED cada vez más populares. Esta calidez aporta a estos elementos una sensación atractiva y confortable. De manera contraria, la mayoría del material vegetal consta de follaje verde. En estos casos, usar un filtro de color azul ayuda a destacar el color verde para dar a las plantas una apariencia más robusta y saludable. En pocas palabras, el color verde se ve más verde.
En una zona de iluminación donde, tanto elementos vegetales como arquitectónicos se están iluminando, este ligero cambio en color entre los dos añade una sensación de profundidad al crear contraste y separación entre los dos, lo que permite al espectador comprender de mejor manera lo que está observando.
Además, el filtro ámbar es muy efectivo cuando se usa en luces descendentes para iluminar espacios exteriores y caminos. Los tonos ámbar ayudan a acentuar los tonos beige, al tiempo que destaca la calidez de superficies pavimentadas o de hormigón. El filtro azul se puede usar en luces descendentes que iluminan parterres y grama. El tono azul no solo destaca el color verde de las plantas y el césped, también imita la luz de la luna, lo que crea un efecto mucho más natural.
Recuerde, el uso de filtros de color puede realzar cualquier diseño de iluminación, y se puede usar fácilmente en un diseño de iluminación actual para añadir profundidad y atracción con una inversión mínima de tiempo y dinero.